Vida cotidiana. Cuba.
En Cuba encontré la infancia perdida, me enamoré, me convertí en padre y crecí como fotógrafo… catorce años de vida vividos intensamente, como «cubano», junto a mi familia, a mis amigos campesinos, gente sencilla y sabia.
Para el siciliano Ernesto Bazan, Cuba no es sólo un proyecto fotográfico, es mucho más. Es el lugar que le cambia la vida, es una afinidad electiva. Llega allí por primera vez en 1992, en el período más difícil de la historia de la isla. En el famoso discurso de 1989 Fidel Castro había invitado a su pueblo a «apretarse el cinturón», decretando el inicio de aquel durísimo lapso histórico llamado «el período especial» en el que prevalece una economía de guerra: la Unión Soviética se ha derrumbado y el embargo estadounidense se hace cada vez más insoportable.
Bazan camina por las calles de la Habana, ve las tiendas vacías, las interminables colas de personas a la espera de cualquier producto de primera necesidad, documenta la desesperación y el esfuerzo de vivir sin perspectivas. Pero no sólo eso, porque hay pueblos donde la sonrisa y la alegría de vivir no se apagan fácilmente, donde, es más, la vitalidad consigue explotar incluso en medio de una existencia miserable.
Traté de capturar ese impulso de dignidad, de dicha, de amor por la vida, por los niños, la pasión por la música y por la danza, el fuerte sentimiento patriótico, el compromiso por una santidad y una enseñanza públicas, el fervor religioso.
Catorce años de vida compartida con los cubanos, un pueblo que, mientras se aprieta el cinturón, mantiene en los ojos una contagiosa fortaleza de ánimo. Sus fotos son el diario de estos años, piezas de un gran mosaico, retrato de un país en profunda transformación. Son el relato de la lucha de la isla por mantener la propia identidad socialista en el mundo del poscomunismo. Ninguna visión edulcorada, ningún filtro ideológico, sólo la voluntad del mostrar el rostro de un pueblo tal como se presentó a su mirada.
La realidad de Cuba está hecha de extremos. La calidad de vida es dura en todos sus aspectos, positivos y negativos.